Introducción - "Semana de Entre"

Ya vamos casi a mitad de año. Muchas cosas han sucedido en los últimos seis meses: he trabajado, he hecho nuevos amigos, he terminado la amistad con otros, me he enamorado, me han desilusionado. Sobre todo me he enriquecido gracias a los libros.

Es duro no seguir estudiando en la universidad, anhelo tanto una clase sobre literatura, poder volver a ver a mis compañeros de clase y sentir el estrés de las tareas.

Pero bueno, las cosas suceden y uno no entiende el por qué, mientras el tiempo pasa, yo saco adelante económicamente a mi familia, primero entré a trabajar en la tienda de un amigo, pero las cosas no resultaron del todo (realmente no deseo hablar de todo lo que viví en la tienda). Hace poco menos de un mes entré a trabajar en una empresa maquiladora. !Cómo amo trabajar en maquiladora! La gente, el esfuerzo, la jerarquía, las áreas de trabajo, la pésima comida de la cafetería, todo.

Si hay algo que odio, es la "semana de entre", esa que tienes que trabajar al inicio y sin paga, es simplemente estúpido. Por cierto, que yo sepa, los de oficinas no cubren esa semana sin paga. Como sea, ya la cumplí y cuando renuncie o me retiren el contrato, espero ver ese dinero en mi fondo de ahorro o en un cheque.

La temporada pasada viví cosas interesantes, conocí mucha gente buena y otra no tan buena. Pero en esta nueva temporada, las cosas han cambiado; podría decirse que soy "encargado" del área de corte de papel (de donde he tomado el nombre para mi blog). Pues en el área solo contamos con tres elementos; dos compañeros y su escritor. Quiero hablarles especialmente de uno de ellos; José.

Su historia, es tan maravillosa, digna de ser escrita (pero por un verdadero escritor, no como yo), además escuchando sobre él, he aprendido varias cosas de la vida. Vive en la colonia Anapra, la cual ya no esta tan a las afueras de Cd. Juárez. Es un joven de veintidós años, súper trabajador, aprende muy rápido, pero la vida lo ha golpeado muy duro. Principalmente su padre, que vive en Estados Unidos y sin oportunidad de regresar a México, pues si se regresa, por obvias razones, pierde el empleo. Algo que me parece impresionante de José es que tiene la facilidad de ir y venir a Estados Unidos, obviamente sin visa (ya imaginarán cómo), él visita a su padre cada tres meses, sin miedo a que la migra lo atrape. Su madre, falleció, él la recuerda con tanto cariño y yo aprecio eso de cualquier hombre. Vive con su abuela y sus dos tías (las cuales entraron también a trabajar en la maquiladora, pero viendo la dificultad del trabajo, lo dejaron. Es una lástima, pues una de las tías me atraía, la vi muy bonita), le ayuda a mantener el pequeño hogar, trabaja en la obra los sábados y domingos. Tiene una hermana menor, embarazada, que aún trabaja en los bares como fichera, pero eso no detiene las buenas intenciones de José, pues él le dio la tarjeta Banorte a su hermana para que cobre y use todo su salario (totalmente admirable, pues yo no haría eso por mi hermana). Tiene otro hermano, también menor a él, pero mayor a la hermana. Ese, casi le quita la vida cuando estaba ebrio, de no ser por su cuñado, quizás si lo hubiera matado (cabe mencionar que esa anécdota me la contó con lágrimas en los ojos). -¿Cuál es tu pasatiempo?- le pregunté. -Cuidar pollos y gallos, tengo veintiocho pollitos y tres gallos.- No pude evitar sentirme impresionado, nunca tuve un amigo al que le gustara criar ese tipo de aves. -¿Eres feliz?- le pregunté. Giró los ojos un instante y apretó la mandíbula, -A pesar de todo lo que me ha pasado, las veces que he estado frente a la muerte, ya sea porque un barrio me quiere matar (él se etiqueta como 'cholo'), o porque he intentado quitarme la vida, lo soy, Dios es tan grande que cuando tienes el camino libre a la solución fácil, te lo bloquea con algo, en mi caso, mi abuela, mi hermana, mi barrio y mis pollitos.

Luego de contarle mi historia personal (en la cual no quise ser muy descriptivo, pues nunca me ha gustado dar detalles directos a la gente por mucha confianza que le tenga), soltó una frase, digna de plasmar en una placa de oro y que quedará en mi mente por siempre:

"Jesús, aparentemente tu vida es mucho mejor que la mía, no comprendo por qué te quejas, te lo digo yo que soy tu nuevo compa y dame quebrada de ir a tirar el agua antes de que suene la alarma..."

No negaré que quedé en 'shock' unos minutos y luego me dispuse a arreglar la estúpida cortadora que se había atascado...


La pregunta de la semana sería: ¿Haz tenido un amigo que con una simple frase te cambie la vista de tu vida?

Les dejo la siguiente rolita, es una de mis preferidas.